El poder del recuerdo: 3 ejercicios de escritura para hoy
By Lili’s Inkwell Team on 31 de octubre de 2025
Hoy, 1 de noviembre, muchas miradas se vuelven hacia el pasado. No con nostalgia, sino con la necesidad de reconocer lo que sigue vivo en la memoria. El recuerdo tiene una fuerza discreta: puede doler, puede enseñar, puede dar sentido. Y la escritura —cuando se usa con honestidad— se convierte en una forma de tocar ese pasado sin quedarse en él.
Escribir sobre lo que ya fue no es quedarse detenido, es darle forma a lo que aún nos acompaña.
1️⃣ La carta que nunca envié
Piensa en esa persona con la que quedaron palabras suspendidas. No importa si sigue cerca o si solo vive en tu recuerdo. Escríbele hoy, sin filtros ni intención de enviar nada.
Deja que el papel reciba lo pendiente: lo que no dijiste, lo que dolió, lo que aún late.
No busques que suene bien. Solo deja salir lo que todavía ocupa espacio dentro.
Al escribirlo, notarás cómo las frases se convierten en una forma de descanso.
2️⃣ El objeto guardián
Mira a tu alrededor. Seguro hay algo pequeño —una foto, una piedra, un libro, una prenda— que guarda una historia.
Ese objeto es una puerta al pasado. Descríbelo con detalle: su textura, su peso, su olor. Cuenta la historia que carga, lo que representa, lo que aún te dice sin palabras.
En el acto de describirlo, descubrirás cómo la memoria tiene cuerpo, cómo los objetos se vuelven testigos silenciosos de lo que fuimos.
3️⃣ El diálogo en el silencio
Cierra los ojos un momento. Piensa en alguien con quien nunca lograste tener cierta conversación. Quizá un adiós pendiente, una disculpa, un “gracias” que nunca se dijo.
Imagina que hoy puedes hablar con esa persona, sin barreras ni tiempo. ¿Qué le dirías? ¿Qué respondería?
Escribe ese diálogo sin preocuparte por quién tiene razón. Solo busca comprender.
Hay ocasiones donde la comprensión llega no cuando se habla, sino cuando por fin se escribe.
Estos tres ejercicios no buscan revivir el pasado, sino reconciliarte con la parte de ti que todavía lo recuerda.
El poder del recuerdo no está en quedarse mirando atrás, sino en aprender a mirarlo con calma.
Hoy puede ser un buen día para hacerlo. Con tinta, con silencio, o con una sola línea que te devuelva un poco de paz.